En comparación con los otros sinópticos, el lenguaje de marcos aparece como el más popular, el menos refinado, en gran parte reflejo de la tradición oral. Algunas de las características frecuentes son:
-
Unión
de frases por coordinación: “y llegan… y enseñaba… y se admiraban…” más bien
que por subordinación (después de llegar… enseñaba… de manera que se
admiraban). La expresión preferida para marcos para introducir un episodio es
“y enseguida”.
-
No
evita los pleonasmo o dobles expresiones, ejemplos: Marcos 2,25 “qué hizo David
cuando tuvo necesidad y sintió hambre” (Mateo y Lucas dicen solamente “tuvo
hambre”); 9,2 “…los lleva a un monte alto, aparte, solos” (Mateo dice solamente
“aparte”; Lucas omite esto); 14,61 “pero él callaba y no respondió nada” (Mateo
dice “pero Jesús callaba”); 15,26 “título… intitulado” (Lucas: “un título”).
-
Uso
relativamente frecuente de diminutivos: “hijita” “chiquilla” (5,23.7,25), “niñita”
(5,41 etc), “ovejita” (14,47), “perritos” (7,27), “pescaditos” “pececillos”
(8,7).
-
Uso
del presente histórico en la narración (muy raro en Lucas)
-
Los
latinismos son un poco más frecuentes proporcionalmente, que en los otros dos
sinópticos. (hacer camino 2,23; les dijo dieran de comer a 5,43; lo condenaron
a muerte 10,33; satisfacer 15,15; doblar la rodilla 15,19).
- Contiene
palabras latinas transcritas en griego: centurión 15,39.44-45. Legión 5,9.15.
especulator (guardia) 6,27. Denario 6,37; 12,15 y 14,5. Cuadrante 12,42; jarras
7,4 y flagelar 15,15. (esto daría pie para pensar que el evangelio fue escrito
en Roma o en un lugar de ocupación romana y para personas que conocían la
cultura).
* Cfr. ORTIZ VALDIVIESO, Pedro SJ. Introducción a los
evangelios. Pontificia Universidad Javeriana, facultad de teología, colección
profesores No. 11. Bogotá. 1981, pp 42-43.
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