LA VICTIMA LLEVADA AL MATADERO
¿Cómo puede un crucificado ser el Mesías? ¿Dios puede sacar algo del fracaso? Jesús, el ser humano pleno, expresa sus sentimientos ante la realidad conflictiva que vive y su búsqueda de sentido y de fidelidad al Padre en dos momentos cruciales:
* En Getsemaní: “ Mi alma está triste hasta el punto de morir” ( Mc 14, 34)
* En el grito de la cruz: “Dios mio, Dios mio, ¿por qué me has abandonado?” (Mc 15, 34).
El relato de la pasión en Marcos no pretende conmovernos y hacernos llorar, ni despertarnos sentimentalismos, sino que quiere hacer reflexionar y permitir a sus lectores que encuentren el sentido de lo que estan ocurriendo. Lo que le importa a marcos es que se comprenda el por qué, el cómo y el para qué del escandalo de un mesías crucificado, y los planes de Dios en él. Marcos quiere lanzar la mirada hacia atrás, para descubrir en la escritura que los designios de Dios se han logrado siempre desde el fracaso, desde lo pequeño y vulnerable. (43)
Carcassonne Francia |
* En Getsemaní: “ Mi alma está triste hasta el punto de morir” ( Mc 14, 34)
* En el grito de la cruz: “Dios mio, Dios mio, ¿por qué me has abandonado?” (Mc 15, 34).
El relato de la pasión en Marcos no pretende conmovernos y hacernos llorar, ni despertarnos sentimentalismos, sino que quiere hacer reflexionar y permitir a sus lectores que encuentren el sentido de lo que estan ocurriendo. Lo que le importa a marcos es que se comprenda el por qué, el cómo y el para qué del escandalo de un mesías crucificado, y los planes de Dios en él. Marcos quiere lanzar la mirada hacia atrás, para descubrir en la escritura que los designios de Dios se han logrado siempre desde el fracaso, desde lo pequeño y vulnerable. (43)
La
condición humana de Jesús toca fondo. En este momento, ¿Jesús
debería huir y ocultarse? ¿O es que huir en ese momento sería
perder la credibilidad y desautorizar su testimonio? ¿Huir sería
abandonar la causa del Padre? ¿O será que la muerte será más
dañina para el proyecto del Reino de Dios? ¿Si el Padre no lo libra
de la muerte, entoces quién creera en la salvación de los
marginados, de las victimas? ¿A caso Jesús no había echo ya todo
lo que debía hacer por el reino, por cumplir la voluntad del Padre? 44
Al
aproximarnos a la muerte de Jesús, notamos la soledad creciente que
experimenta frente al trágico desenlace que se dislumbra. La
incomprensión de sus discipulos va unida al silencio del Padre.
Jesús derrumba todas aquellas imágenes que el ser humano ha
fabricado de Dios.
Jesús
tiene un deseo profundo de que pase aquella hora. Aunque le pide al
Padre que “ si es posible” , esto no disminuye su angustia y su
resistencia ante la mueerte: no quiere un final violento. Jesús
querría que el poder del padre interviniera en la historia contra
las desiciones humanas injustas que lo condenan, sin embargo ese
concepto que Jesús tiene del Padre también se va a caer. Jesús
cree que el Padre lo puede todo (Cfr. Mc 14 36; 10,27), y en el
momento menos esperado, ante la muerte, va a descubrir que no. Su
Padre no lo puede todo en la historia; “que no hay equivalencia
entre “Pdre” y “poder”, porque el Padre no puede nada en la
historia al margen o en contra de la voluntad de los seres humanos,
ni podrá evitar la muerte de su Hijo”45,
porque su manera de ser Dios en la historia es haciendose carne, lo
que se pudre, lo que es debil (Kénosis). Dios ofrece la vida, pero
no la impone.
La
petición de Jesús se opone al modo de ser del Padre, ya que este no
actua mágicamente. Jesús deberá cambiar su actitud, pasando de la
resistencia a la sumisión, en medio de la total incomprensión: “no
lo que yo quiero, sino lo que quieres tú” (Mc 14- 36). Jesús debe
fiarse en su Padre incluso ante el fracaso y la muerte.46
Aqúi
surge una pregunta fundamental, ¿qé es lo que el Padre quiere de
Jesús? El texto de Marcos nos dice que no es el Padre el que entre
al Hijo en manos de los pecadores (Cfr Mc 14, 31); quien lo entrega
es un ser humano (Mc 14, 42). El Padre no quiere más sangre, no
quiere más muerte, no quiere que su hijo muera para satisfacerlo,
sino que no evada mágicamete la condición humana: que permanesca
fiel y que asuma la conflictividad de su historia hasta el final,
como consecuencia de su opsión a favor de la vida amenazada, y que
no resista a la violencia usando un poder similar al que lo condena.
Sólo así podrá desenmascarar el carácter homisida del “poder”…
y romper el circulo dibólico que excluye al pueblo de la vida.47
Jesús
deberá dejar en las manos de su Padre el desenlace trágico de su
vida y el Reino, esperando contra toda esperanza.
¿Cómo
entender el grito desgarrado de Jesús: “ Dios mio, Dios mio, ¿
por qué me has abandonado? (Mc 15,34). Esta es una clara alución al
salmo 22, que presenta claramente la imagen del Justo que sufre. Al
experimentar el babandono del Padre se da la ocación propicia para
que la fe vuelva a nacer: no hay más esperanza, excepto Dios, aunque
él esté en silencio. Es un grito que insiste por una explicación
que sólo puede venir de Dios mismo. Jesús cree que Dios tiene la
obligación de responderle, pues su muerte y su sangre seguiran
reclamando Justicia.48
Jesus
nos sigue preguntando hoy, “ y ustedes, ¿Quién dicen que soy yo?”
(Mc 8 29)
43. Cfr DELORME, Jean. El Evangelio según San
Marcos. Editorial verbo divino. Navarra España. Cuarta edición.
1982. pg 102- 103
44. Cfr. Opcit BRAVO GALLARDO, Carlos. Pg 226-227.
45. Opcit BRAVO GALLARDO, Carlos. Pg 227.
46
Cfr. Ibid pg. 227-228
47
Ibid pg. 228
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