¿Entiendes lo que estás leyendo? Contestó: ¿y cómo voy a entenderlo si nadie me guía? Hch 8,30. Año 2010 para gustar la Palabra de Dios
sábado, 30 de agosto de 2008
ENTRE SIERRAS Y PLANICIES UN PUEBLO LUCHA POR LA VIDA
La faja del litoral es una porción de tierra que se extiende a lo largo del mar Mediterráneo. Comienza en Gaza, la región de bajas colinas al sur, y va hasta Tiro, al norte. Tiene cerca de 208 Km de longitud. Comprende la planicie de los Filisteos, la de la Costa, la de Sarón, la de Yezreel y la de Aser, ricas en olivares y granos (Jue 15,5). Son regiones muy fértiles por causa de las abundantes lluvias. En la región de Gaza, que limita con el desierto, las lluvias y la agricultura son escasas.
La vía más importante, de comunicación internacional, para por esa región entre planicies y montañas; se llama Vía del Mar (Cfr. Is 8,23). Comienza en Egipto, bordea el Mediterráneo y, a la altura de la planicie de Yezreel o Esdrelón, sigue en dirección a Tiro y Damasco, capital de Siria. A lo largo cc; la vía del Mar se sitúan ciudades importantes y fortificadas: Laquis, Lebna, Yamnia, Cesarea Marítima y otras.
La región de las montañas de Cisjordania está formada por el desierto del Negueb - también llamado desierto de Sin - , por la sierra de Judá, en la Judea, por la sierra de Efraín, en la Samaría y por la sierra de Galilea, en Galilea. En el desierto del Negueb se encuentran dos ciudades importantes para la historia de Israel: Cadés Barnea y Berseba (Nm 33,36).
La sierra de Judá está formada por una cadena de montañas que llega a 1020 m de altura. Comienza en Berseba, al sur, y termina poco después de Jerusalén. Cercano al mar Muerto se encuentra el desierto de Judá (Jos 15,61; Mt 3,1), donde predicó Juan Bautista y se formó la comunidad de Qurnrán. Las ciudades importantes de esa región son: Hebrón, Belén y Jerusalén. Hebrón fue el primer centro del poder de Judá (2 Sam 2,1-14). Belén es considerada el lugar de origen de la familia de David (Rut 1,1; 4,22; 1 Sm 16,1). Jerusalén pasó a ser el centro religioso y político después de la unificación de las tribus, bajo el reinado de David (2 Sm 5,5).
La sierra de Efraín, en Samaría, oscila entre una altura de 300 a 900 m (Jue 17,1; 1 Sm 1,1). En esa región se sitúa la meseta central con ciudades importantes como Betel, Silo, Siquén, Tirsa, Samaría, Dotaín, y otras. La ciudad de Betel era importante por su santuario, sobre todo en el período de los patriarcas (Gn 12,8; 13,3-4; 28,19). Fue centro de reunión de las tribus, en el tiempo de los jueces (Jue 20,18). Después, ciudad escogida por Jeroboam I como centro religioso del reino de Israel en su parte sur (l Re 12,29). Silo también era lugar de reuniones en el mismo período (Jue 21,19; Jos 22,9.12). En Siquén, lugar de un santuario muy antiguo (Gn 12,6), se realizó la asamblea de la confederación de las tribus, según Jos 24. Allí se estableció el rey Jeroboam, después de la separación del Reino Unido (2 Re 12,25). Tirsa y Samaría fueron capitales del Reino del Norte (1 Re 14,17) en el período de Jeroboam a Omri (910-870 a.c.). Samaría fue la segunda (l Re 16,24).
La sierra de Galilea se sitúa entre la sierra de Efraín en Samaría y las montañas del Líbano, al norte. Comprende la planicie de Yezreel o Esdrelón. Es una región fértil y la mayor extensión cultivable de Israel. Fue el escenario de grandes luchas en la historia del pueblo. En ella se localizan importantes montes, como el Gelboé (lCr 10,8) y el Tabor (Jue 4,6). La altura de las colinas va de 600 a 1200 m. En la región próxima al Mediterráneo hay un clima agradable: frío en el invierno y moderado en el verano.
La depresión del Jordán está formada por una falla geológica que desciende del norte en dirección al sur. Comienza en la región sirio-libanesa por encima del nivel del mar y llega a su punto más bajo en el mar Muerto, formando la mayor depresión de la Tierra. Esta falla se extiende a lo largo del África oriental (Etiopía, Kenia, Tanzania) y es fruto de un cataclismo sísmico en la prehistoria. Por eso es una región sometida a terremotos. La depresión del Jordán comienza en el norte, en las montañas del Líbano y Antilibano. Es formada por el río Jordán, el lago de Hule, el lago de Genesaret, el mar Muerto y la Arabá.
El río Jordán (los 3,1; Mt 3,6) nace a los pies del monte Hermón (2840 m), con más de 60 m de altura, y desciende formando el lago de Hule y el lago de Genesaret, éste con un nivel de 210 m bajo el nivel del mar. El Jordán tiene 300 Km de longitud y 180 Km en línea recta. Su caudal promedio es de 95 m3 por segundo y ese volumen es todavía menor en el período de la sequía. El lago de Hule tenía la longitud de 13 Km por 5 Km de anchura y una profundidad de 4.5 m. Su superficie total era de 14 Km2• Fue extinguido hacia 1950 (por el bombeo de agua hacia el Negueb) y transformado en Parque Nacional.
El lago de Genesaret (Lc 5,1) recibe también el nombre de mar de Tiberiades (Jn 21,1) o aún mar de Galilea (Jn 6,1). Ese lago fue el palco de la actividad de Jesús y es muchas veces citado en los evangelios. Tiene 20 Km de longitud, 12 Km de anchura y 40 m de profundidad. El clima cerca del lago es tropical y húmedo, agradable y primaveral en invierno, y muy caliente en el verano.
El mar Muerto (Ez 47,8), conocido en el Antiguo Testamento como mar salado (Dt 3,17), es un gran lago en el que desemboca el río Jordán, Se llama mar Muerto porque en él no existe vida por causa de la elevada cantidad de sal, que llega a 27%. Tiene 76 Km de longitud" 15 Km de anchura y su superficie es de 920 Km2• Se encuentra aproximadamente a 396 m por debajo del nivel del mar. Oscila en una profundidad de entre 2400 m, al norte, y 3 m al sur. Ese es el punto más bajo de la Tierra. El calor en las cercanías del lago es sofocante. Su evaporación diaria era de 6 a 9 millones de metros cúbicos. Hoy ese cuadro está cambiando. Las aguas de los ríos Jordán y Arnón están siendo utilizadas cada vez más para la agricultura y ya no alcanzan a compensar el grado de evaporación; de esa manera, el nivel del agua tiende a bajar. En las proximidades del mar Muerto hay desiertos como el de Judá y un oasis como Engadi y Zoar.
Arabá, al sur, comprende una región desértica a lo largo de la cual se prolonga la depresión del mar Muerto hasta el golfo de Áqaba, pasando entre las montañas del Negueb y de Edom.
La región montañosa de la Transjordania es semejante a la Cisjordania, separada de ella por la depresión del Jordán. Las montañas tienen entre 600 y 2000 m, al este, desde la Galilea hasta el sur del mar Muerto. En ella se encuentra también la meseta oriental en las proximidades de la región de Galaad. Las lluvias son abundantes en esa región y favorecen la agricultura y la cría de ovejas y bueyes. El clima es caliente y seco en el verano y más suave en los lugares altos. En el invierno es frío y lluvioso, con frecuentes y abundantes nevadas. La Transjordania es una región muy fértil. Siempre fue causa de gran rivalidad entre los poderosos que en ella dominaron y se volvió objeto de muchas advertencias de los profetas (Am 4,1; Mq 7,14).
Por el lado de Transjordania nacen tres ríos importantes: el Yarmuk, al norte; el Yaboq, al centro (Gn 32,23); el Arnón (Dt 2,24) Y el torrente de Zared (Nm 21,12), al sur. Entre ellos se sitúan importantes regiones de la Transjordania, actual Jordania. Al norte del río Yarmuk, se localiza la región de Basán (Dt 3,10); entre los ríos Yarmuk y Arnón, la región de Galaad (Dt 3,12), al centro; entre el Arnón y el Yaboq, la región de Amón (Dt 3,16); entre el Yaboq y el torrente de Zared, la región de Moab (Dt 2,9). En ella se encuentra la ciudad de Mádaba, que tiene en el piso de la iglesia de san Jorge el primer mapa gráfico de la tierra de Israel. Cerca de ella queda el monte Nebo, sobre el cual, según la tradición bíblica, murió Moisés. Al sur del torrente de Zared se encuentran las regiones de Edom (Dt 2,1-14) Y de Madián (Ex 2,15).
La región de Edom es arenosa y rosada, y se sitúa al sur del mar Muerto. En esa región está la ciudad arenosa de Petra, de los nabateos, esculpida en la roca.
Por la Transjordania pasa la segunda vía más importante de la región, que comienza en el golfo Pérsico, sube a la región de Arabá y se liga con Siria y Mesopotamia. Es llamada Vía Real (Cfr. Nm 21,22). En su trayecto se une a otras vías secundarias de Egipto y de otras regiones.
En resumen, podemos decir que las cuatro regiones naturales de la tierra de Israel son muy diversas. En la región del litoral predominan las planicies; en la Cisjordania y Transjordania, las sierras y mesetas; en el valle del Jordán, una gran depresión. A pesar de esa diversidad del relieve.
¿Qué semejanzas encontramos con Colombia? ¿Hay planicies, mesetas y sierras en Colombia? ¿Cuáles son los puntos más altos en el país y a qué altura están? ¿Cuáles son los principales ríos de Colombia? En general, ¿cómo es la situación del agua en Colombia? ¿Qué semejanzas y diferencias encontramos entre Israel y Colombia en todos los aspectos mencionados?
En cuanto al clima, en Israel predominan dos estaciones que son fuertes y determinantes: el invierno y el verano. El invierno se prolonga de noviembre a marzo y se caracteriza por abundantes lluvias y por el frío. Sobre las montañas llega a caer nieve, a la que siguen días de neblina. El viento sur y oeste es responsable por las lluvias que caen en ese período. El verano comienza en mayo y termina en septiembre. La temperatura es caliente y seca. La intensidad del calor del verano es suavizada por los vientos frescos y secos que llegan de las regiones Norte y Este.
La primavera y el otoño no son determinantes y tienen corta duración. La primavera se reduce, aproximadamente, a abril, y el otoño, a octubre. En la primavera y en el otoño los vientos que vienen de las regiones Este y Sur son calientes, secos y cargados de arena, por eso son perjudiciales para el ser humano, los animales y la agricultura. ¿En qué se parece y en que difiere el clima de Colombia al de Israel?
El rocío y el pozo son considerados una bendición de Dios para la tierra. En Colombia conocemos el rocío, pero no con la intensidad del que cae en Israel. El fenómeno del rocío es común y profuso. Tiene una función importante en esa región, donde la lluvia es escasa. Durante la noche el rocío cae abundantemente (Jue 6,37-40), hasta el punto de humedecer la tierra, favoreciendo una vegetación rastrera en las estepas y el desierto. Es más intenso en la región costera, proporcionando una temperatura agradable en el verano y suavizando el problema del agua, sobre todo en el tiempo de las sequías.
Aún así, el rocío no era tan abundante como para ser retenido en cisternas y pozos, Estos eran cavados en terreno rocoso para retener las aguas de las lluvias, o en la tierra, hasta alcanzar una veta de agua, y utilizados especialmente por los pastores nómadas, para ellos mismos y para los rebaños. En la Biblia encontramos diversos textos que hablan de la disputa entre pastores y pastoras por los pozos de agua (Gn 21,25; 26,18-22). Ellos se convirtieron en el pasado en lugares de encuentro, principalmente entre los jóvenes y las mozas que iban a sacar agua. Isaac (por intermedio de su siervo Eliécer), Jacob y Moisés (Gn 24,11.14-15; 29,1-18, Ex 2, 15-21) encontraron junto a esos pozos a sus esposas. El Nuevo Testamento es muy conocido el encuentro de Jesús con la Samaritana junto al pozo de Jacob (Jn 4,6-7). Hoy los pozos son más utilizados en el interior y sobre todo en las regiones donde el agua para la vegetación es escasa. ¿Es así en Colombia?
Respecto a los minerales de la tierra de Israel, no existían minas de oro y plata; esos metales llegaban por medio de los pueblos vecinos, como Egipto (Ex 32,4), Fenicia y Gfir, de donde el rey Salomón, según la tradición bíblica , importó oro e "hizo que la plata fuera tan común en Jerusalén como las piedras" (1 Re 10,21-27). El cobre, metal más abundante en el antiguo Israel, era extraído de las minas por medio del calentamiento. El área de mineralización del cobre se encuentra en la región desértica entre el mar Muerto y el golfo de Áqaba. En Timna, fueron encontradas galerías subterráneas anteriores al rey Salomón.
El uso del hierro se difundió en Israel en el tiempo de David y Salomón, pues comenzaron a producir utensilios de hierro. Otros recursos minerales de la región eran las piedras de construcción, arcilla, betún y arena, además de los elementos químicos encontrados en la región del mar Muerto, como el potasio y el magnesia. ¿Que recursos minerales tiene Colombia? ¿Cuáles son las diferencias y semejanzas con Israel?
En cuanto a la Fauna de la tierra de Israel, son conocidas muchas especies. La Biblia menciona nombres de animales salvajes, de carga, de criadero, aves de rapiña y migratorias. Entre los animales se destacan: oso (1 Sm 17,34-36), zorra (Jue 15,4), chacal (Jr 9,10), leopardo (Is 11,6), león (Ap 5,5), lobo (Mt 5,15), ciervo y gacela (Ct 2,8-9). Entre los animales de carga, son más conocidos en la Biblia el borrico (Zac 9,9; Nm 22,21), la mula (Ez 27,14), el camello (Job 1,3) y el caballo (Est 6,8-11). Los animales de criadero conocidos en los textos bíblicos son: ovejas, cabras (Jn 10,1-12; Mt 25,32) Y ganando bovino (Lv 1,2-5). La Biblia menciona cerca de 50 especies de aves, muchas de las cuales de difícil identificación. Entre las aves de rapiña, son conocidos el águila (Is 40,31), la lechuza (Is 34,11) y el cuervo (1 Re 17,4). Entre las aves que servían de alimento, se citan la paloma (Mt 3,16; 21,12), la perdiz (1 Sm 26,20), la codorniz (Ex 16,13) y el gorrión (Lc 12,6-7). ¿Cuáles son las principales especies de animales que se conocen en Colombia y en qué se diferencian con las del pueblo de Israel?
Entre las principales especies de plantas, la Biblia menciona muchas, algunas bien conocidas, otras de difícil identificación. Entre los cereales más conocidos aparecen habas, lentejas, cebada, trigo (2 Sm 17,28; Ex 9,31-32) y pienso. El lino servía para fabricar ropas y envolver cadáveres (Ex 26,1; Jn 20,6). El papiro servía para la escritura y la fabricación de cestas, sandalias y embarcaciones (Is 18,2; Ex 2,3).
Había plantas usadas para condimento: canela (Ct 4,14), comino (Mt 23,23), hisopo (Jn19, 29) y mostaza (Mt 13,31-32). Plantas medicinales y perfumes: incienso (Mt 2,11) mirra (Mc 15,23, nardo (Jn 12,3), absintio y hiel. Entre las plantas silvestres: lirio del campo (Mt 6,28), hierbas dañinas y cizaña (Mt 13,24-30).
Los árboles y arbustos frutales importantes, nombrados por el pueblo de Israel, son: almendro ((Jr 1,11), higuera (Jn 1,48; Ct 2,13), sicomoro (Am 7,14; Lc 19,4), ricino (Jon 4,6), olivo (Jue 9,8), palmera (dati1era) (Jn 12,13), granado (1 Re 7,20; Ct 6,11) Y vid (Nm 13,20; Jn 15,1). Los árboles y arbustos no frutales: acacia (Ex 25,10), cedro (1 Re 7,12), mirto (Is 41,19), ciprés (1 Re 5,22), encina (Is 2,13), terebinto (Os 4,13), sauce (1s15,7) y álamo (Gn 30,37). ¿Cuáles son las principales especies de plantas de Colombia y cuáles son sus diferencias y similitudes con la tierra de Israel?
Conclusión:
Israel y Colombia son tierras santas donde pisó el pueblo de Dios ayer y de hoy. En este bloque de los últimos tres temas tuvimos una visión general de la tierra de Israel y la posibilidad de relacionada con América Latina, en especial con Colombia, en las semejanzas y diferencias. El estudio comparado de ambas tierras hizo posible un estudio más situado de la tierra de Israel. Esto nos lleva a ser concientes que la realidad geográfica determina e influye en las condiciones de vida e historia de un pueblo. Se concluye entonces que, si podemos llamar Tierra Santa la tierra de Israel, podemos igualmente llamar Tierra Santa toda la tierra donde ha pisado y pisa el pueblo de Dios de ayer y de hoy. Lo que hace que la tierra sea santa es el presente que Dios hace de ella a sus hijos e hijas que ayer y hoy viven en ella y hacen historia. De esta manera la tierra de Israel, nuestra tierra, como las tierras ocupadas por los demás pueblos son igualmente sagradas.
Para profundizar
Leer todos los textos bíblicos citados y confrontarlos, para ver de qué manera influyeron en la historia del pueblo de Israel y cómo nos ayudan para interpretar mejor la Biblia.
viernes, 22 de agosto de 2008
ISRAEL: UNA TIERRA PEQUEÑA QUE RECIBE DE DIOS UN GRAN NOMBRE
Retenu fue el primer nombre dado a la tierra de Israel, todavía en el segundo milenio a.C.; en esa época, correspondía al territorio de Israel y de Siria. Hacia 1500 a.C. la región era conocida con el nombre de Canaán y abarcaba también Fenicia. La Biblia también se refiere a Canaán en Ex 15,15 y Jue 5,19, y a sus habitantes, los cananitas o cananeos, en Gn 12,6; 13,7.
El nombre Palestina es conocido hacia el año 1250 a.C. Es atribuido a los filisteos, habitantes que ocupaban la parte sur de la costa mediterránea. Su territorio se extendía Gaza hasta la ciudad de Biblos en Fenicia. Oficialmente el nombre de Palestina fue dado a todo el territorio por los romanos, a partir de 132-135 d.C., incluyendo la Judea tradicional.
Los nombres de Reino de Israel y Reino de Judá corresponden a un pequeño territorio de la historia del pueblo de la Biblia, de 931 a 587 a.C., cuando el reino de Salomón se dividió en dos. El Reino de Israel se situaba en la región Norte. Duró, aproximadamente, 209 años, de 931 a 722 a.C. Y el Reino de Judá, en la región Sur, duró cerca de 344 años, de 931 a 587 a.C. Otro nombre dado a esa región es País o Tierra de Israel, según los datos bíblicos de 1 Sm 13,19. Ese nombre aparece no solamente en la Biblia, sino también en los escritos rabínicos del siglo primero de la era cristiana.
En la Biblia se encuentran otras expresiones referentes a la tierra de Israel; ellas conllevan predominante un sentido teológico: Tierra Prometida; Tierra Santa, Herencia de Dios y Herencia Profanada; Tierra Prometida por Dios a los padres (Gn 12,7; 13,14-17; 15,18; Ex 23,30), antepasados del pueblo de Israel, Abrahán, Isaac y Jacob.
Los libros de Josué y Jueces presentan la ocupación de la tierra de Israel por las doce tribus como una prueba de que Dios dio esa tierra a su pueblo, de que él realizó su promesa (Hb 11,9). Era Tierra Santa porque era el lugar sagrado donde Dios se manifestaba (Gn 21,16-17; Ex 3,5-6; Jos 5,15). Israel es el santuario del Señor, porque es la tierra de Dios (Is 14,2; Os 9,3). Si un israelita era expulsado de su tierra no podía dar culto a su Dios (1 Sm 26,19), como también el extranjero que quisiese dar culto a Dios debía cargar un poco de la tierra de Israel (2 Re 5,17). La tierra de Israel es Herencia de Dios porque es propiedad de Dios dada por él a su pueblo (Jos 22,19). Este debía considerarse extranjero, peregrino, huésped en la tierra de Dios. Podía usufructuar de ella, pero no era su dueño absoluto (Lv 25,23). Otra expresión que encontramos en los escritos bíblicos es Herencia Profanada, porque la tierra dada por Dios a Israel fue profanada por los diversos tipos de impureza de los pueblos que la ocuparon. Por eso fueron expulsados y ella fue entregada a Israel (Lv 18,24-28; Dt 21,22-23).
A partir de 1947 esa tierra es conocida por el nombre de Estado de Israel. En el mapamundi aparece solamente como Israel. Se refiere al mismo lugar, así como todos los nombres dados anteriormente a esa tierra, aunque con proporciones territoriales diferentes.
La tierra de Israel se sitúa en el Cercano Oriente, en Asia. La misma Biblia trae algunas indicaciones sobre los límites de la tierra, en Números y en Ezequiel (Cfr. Mn 34,1-12; Ez 47,15-20). Esos textos nacieron en el contexto del exilio en Babilonia (587-538 a.C.), cuando gran parte del pueblo de Israel estaba fuera de la tierra y en ella proyectaba sus límites.
A pesar de que sus límites cambian de acuerdo con las diferentes épocas y las sucesivas dominaciones, esa Tierra limita básicamente al norte con las montañas del Líbano y el Antilíbano; al sur con Egipto y la península del Sinaí; al oeste con el mar Mediterráneo; y al este con Transjordania, las actuales Siria y Jordania.
El primer mapa de Israel no nació con el texto bíblico. En la Biblia se encuentran solamente descripciones sobre la delimitación del territorio (Nm 34,1-12; Ez 47,15-20), pero no se elaboraron mapas como los que conocemos hoy. El primer intento de descripción gráfica que se ha conocido es el mapa de Mádaba. Mádaba era el nombre de una pequeña ciudad donde fue encontrado, cercana al monte Nebo, en la actual Jordania, al este del mar Muerto. Su autor es desconocido y se remonta al siglo VI d.C. Ese mapa se encuentra todavía hoy en Mádaba, fijado en el piso de la iglesia ortodoxa de San Jorge, totalmente hecho en mosaico. El mapa de Mádaba fue una primera tentativa de representar gráficamente parte de la tierra de Israel. El estudio de geografía cobro mayor ímpetu a partir del año 1000 d.C.
Al observar hoy el mapamundi, nos damos cuenta del a dificultad que se tiene para visualizar Israel, porque es un territorio muy pequeño. La extensión de esa tierra no fue siempre la misma. Hubo períodos en que alcanzó mayor o menor extensión territorial. En el tiempo de los jueces, las tribus llegaron a ocupar aproximadamente 15.500 Km cuadrados en la Cisjordania, en la parte oeste, y 9.500 Km cuadrados en la Transjordania, al este. Las dos regiones hacían, en total, 25.000 Km cuadrados.
La tierra de Israel cabe unas 100 veces dentro de Colombia. La superficie total de Israel es 20.770 Km cuadrados, y la de Colombia es 2.070.408 Km cuadrados. Es una tierra con muchos desiertos y muchas regiones montañosas que no son habitadas.
Para la próxima reunión, traer lo que sea posible encontrar de:
- vegetales (una rama o una ilustración): higuera, papaya, olivo, vid, manzana, cedro, acacia, pino, encina, papiro, lino, lirio;
- animales (ilustraciones o estatuillas): buey, cabra, oveja, asno, oso, zorra, leopardo, gacela, cierva, camello, águila, buitre, búho, paloma, perdiz, gorrión;
- cereales y minerales: sal, cebada, haba, lenteja, aceituna, arena, hierro, arcilla.
viernes, 15 de agosto de 2008
TIERRAS BÍBLICAS
En este tema se va a conocer la idea que el pueblo de la Biblia tenía del mundo y donde se sitúa su tierra. Entre las tierras donde la historia de la Biblia fue vivida y luego escrita, se destaca Israel, que antes tenía otros nombres. Los textos bíblicos describen la Tierra según lo que el pueblo de Israel, a semejanza de los pueblos vecinos y de sus contemporáneos, imaginaba de acuerdo a los conocimientos de la época.
1. TIERRAS BÍBLICAS: ENCUENTRO DE DIOS CON LA HUMANIDAD
¿Cuál era su cosmovisión? Así, para ellos, la Tierra era como un disco plano en forma de círculo (cfr. Is 40,22; Pr 8,27; Job 26,10) y estaba en el centro del Universo creado por Dios, rodeada por las “aguas inferiores” y las “aguas superiores” del Firmamento (Gn 1,7; Job 38,4). Las aguas inferiores del Firmamento son formadas por océanos, ríos y fuentes y las superiores son formadas por nubes, lluvia, rocío, granizo, nieve. Tanto el Firmamento como la Tierra son sostenidas por columnas (Sal 104,5; Pr 8,29; Mq 6,2; Is 24,18; 2 Sm 22,8). En el Firmamento están colgados el Sol, la Luna y las Estrellas, como luminarias de la Tierra. Debajo de la Tierra se encuentra la morada de los muertos, el infierno, conocido en la Biblia como Sheol (Nm 16,33; Dt 32,22; Job 38,17).
El Universo es formado por cuatro elementos esenciales: tierra, fuego, aire y agua y por tres niveles: Cielo, Tierra y Sheol. La suma de esos cuatro elementos y de los tres niveles forma el número 7, que en la Biblia indica plenitud, perfección, totalidad.
¿Cuál es nuestra cosmovisión actual? Al observar el mapa del mundo, nos damos cuenta que la Tierra está formada por grandes océanos y porciones de suelo llamados continentes. El agua ocupa el 75% de la superficie de la Tierra y el 25% restante son los 5 continentes: América, Africa, Asia, Europa y Oceanía. Por tanto, la tierra de Israel no está aparte del resto del mundo, está situada geográficamente en el continente de Asia.
¿Dónde ubicar geográficamente las tierras bíblicas? En el Antiguo Testamento, específicamente en el tiempo de los jueces, la tierra de Israel comprendía el territorio que hoy comprende el Estado de Israel y parte de Siria y Jordania. En el tiempo de Jesús, estaba reducida al pequeño territorio restante de Judea y un conjunto de territorios, entre ellos Galilea, Iturea, Samaría e Idumea, bajo la autoridad del rey Herodes, el Grande, nombrado como tal por los romanos.
Por causa de su posición geográfica, Israel hace parte de una región llamada Fértil Creciente o Medialuna Fértil, junto con Egipto y Mesopotamia. La región recibió el nombre de Fértil Creciente por causa de los grandes ríos: Nilo, en Egipto; Tigris y Eufrates, en lo que ahora es Irak e Irán; Orontes en Siria; y Jordán, en Israel. Los dos últimos tienen menor caudal de agua. Actualmente el Fértil Creciente se extiende sobre Irak, Siria, Líbano, Jordania, Egipto y el Estado de Israel. Antes del pueblo de Israel, muchos pueblos habitaron esa tierra. La región del Fértil Creciente fue la cuna de grandes civilizaciones en imperios.
¿Qué pueblos e imperios existieron en las tierras bíblicas? Comúnmente se le llama Mesopotamia (significa: tierra entre ríos) al territorio comprendido entre los ríos Tigris y Eufrates, en el continente de Asia. Aproximadamente hacia el año 3500 a.C. la región sur de la Mesopotamia estaba habitada por los sumerios. Ellos habían llegado de las montañas del norte y se establecieron en esa región, en las cercanías del Golfo Pérsico. Ur era la ciudad más importante, por ser un gran centro administrativo, religioso, político y económico. Pero después, hacia el año 1850 a.C., los sumerios fueron dominados por los acadios, pueblo de lengua semita.
Ellos trasladaron la capital de Ur, en el sur, para Acad, en el centro de la Mesopotamia. Al poco tiempo, los sumerios dominaron de nuevo la región y conformaron el imperio llamado sumerio-acadio. Durante este período surgieron las construcciones en forma de torres, que tenían en la cima un templo dedicado a un dios. Esas construcciones se llamaban zigurat. Tal vez se refiera a ellas la narración de la torre de Babel (Gn 11,1-9).
Durante este período gobernó Hamurabi (1792 a 1750 a.C.), famoso por su código de leyes que ejerció posteriormente gran influencia en la formulación de las leyes de Israel. Hamurabi estableció la sede de su imperio en la ciudad de Babilonia. Luego, hacia el año 1500 a.C., fueron conquistados por los asirios, que alcanzaron su mayor esplendor hacia el siglo VIII a.C., cuando invadieron también el reino de Israel. En medio de estas grandes civilizaciones se desarrollaron los arameos. Estos eran de origen semita, seminómadas, cultivadores de cereales en las estepas y criadores de rebaño menor. Abrahán se sitúa en ese flujo migratorio de pueblos semitas en Mesopotamia.
Al lado de Mesopotamia se desarrollaba hacia el sur el imperio egipcio, tierra bendecida por la abundancia de las aguas del río Nilo y famosa por sus pirámides. Egipto se sitúa en el continente de África. Es anterior y contemporáneo del imperio en Mesopotamia. Egipto ya estaba habitado alrededor del año 5550 a.C. Se convirtió en uno de los imperios más famosos de la época y el primero que dominó la región de Canaán. Su historia se divide en tres grandes períodos: Antiguo, Medio y Nuevo Imperio.
El Antiguo Imperio duró, aproximadamente, del año 3000 hasta 2030 a.C. La capital era Menfis. Egipto no dominaba la región de Canaán, conocida entonces como Retenu. El antiguo imperio tuvo grandes avances en la escritura jeroglífica y en la construcción de las grandes pirámides, pero se debilitó por muchas luchas internas entre los años 2190 y 2052 a.C., lo cual redujo el territorio del imperio.
El Imperio Medio va desde el 2030 a 1552 a.C., aproximadamente. Hasta el año 1700 a.C., más o menos, su capital fue la ciudad de Tebas. Luego se restauró el poder de las dinastías y la literatura tomó gran impulso. De 1720 a 1610 Egipto entró nuevamente en decadencia debido a los conflictos internos. Eso permitió que otros pueblos, como los hicsos, invadieran su territorio (1720-1552 a.C.).
Los hicsos se establecieron al este del río Nilo, en la región de Guesen (o Cosen) y construyeron la capital en Tanis, cuyo nombre cambió después por Avaris. Ellos introdujeron nuevas técnicas de armamento: la espada en forma de hoz, la coraza con escamas y el carro de guerra tirado por caballos, hasta entonces desconocidos en Egipto. Trajeron un nuevo estilo de fortificaciones y estilo de sociedad feudal. Las ciudades eran cercadas por muros, transformadas en poderosas fortificaciones, con torres para la vigilancia y una puerta de acceso.
Durante el período del Imperio Medio, los países vecinos vivieron el problema de la sequía, que provocó la escasez de alimentos. Egipto era favorecido por el río Nilo. Tenía condiciones favorables para la producción de alimentos y para el trabajo. Por eso muchos pueblos emigraron hacia allí. Según el Génesis, Jacob habría ido también a Egipto con su familia (Gn 41,56-42,3; 46,8-27).
El Imperio Nuevo fue de 1552 a 1070 a.C. Egipto extendió su dominio y llegó a ocupar gran parte de la tierra que, de ese período el adelante se llamaría Canaán, y ya no más Retenu. Al principio, la capital fue Tebas, pero luego en el período del faraón Amenofis IV o Akenatón (1370-1352 a.C.), la capital fue trasladada a Tell el Amarna, cuidad famosa por los escritos que fueron encontrados en ella, en donde se revela la situación de Canaán durante el dominio egipcio.
Los reyes de las ciudades-estados de Canaán escribían al faraón de Egipto, que vivía en Tell el Amarna. Pedían protección y ayuda. Hacían muchos reclamos contra un grupo de revoltosos, llamados haripus. Egipto había perdido control sobre Canaán. Entonces los hititas aprovecharon para invadir Canaán (1370-1336 a.C.), pueblos del norte de Mesopotamia. Ellos son citados en las cartas de Tell el Amarna como rivales de los hurritas, que disputaban con ellos el dominio de Canaán. Los hurritas formaron después el reino de los mitanos.
Egipto intentó retomar el poder en tiempo de los faraones Ramsés II y Merneptah (1290-1214), pero no lo logró. A partir de 1200 a.C., Egipto perdió definitivamente el control sobre Canaán, con la invasión de los pueblos del mar, los filisteos. Ellos llegaron a las costas del Mediterráneo dotados con armas de hierro. Saquearon Canaán y dominaron las ciudades del sur, donde se establecieron. En ese contexto tuvieron lugar las narraciones bíblicas del Éxodo. Según las inscripciones de los monumentos de piedra de los faraones Seti I (1304-1290) y Ramsés II (1290-1224), encontrados en Betsán, los hebreos habrían sido sometidos a esclavitud, para construir las ciudades de Pitom y Ramsés (Ex 1,11).
¿Dónde esta situada Canaán? Esta se sitúa en Asia. Es un lugar de paso disputado tanto para el comercio como para el ejército en tiempos de guerra. Los descubrimientos arqueológicos desde el valle del río Jordán hasta la faja costera prueban que, al norte de Canaán, el primer ser humano surgió hace más o menos 500 mil años atrás. Vivía en grutas y cavernas sobre el monte Carmelo y en la región de Galilea, al norte, mientras que en la región montañosa central comenzaron a surgir las primeras poblaciones 10 mil años a.C.
De habitantes de cavernas pasaron a ser constructores de ciudades. Jericó es la única ciudad conocida de ese período y ya presentaba notables progresos en técnicas de construcción. Alrededor del año 4000 a.C., muchas ciudades fueron fundadas a lo largo de las regiones fértiles y en las márgenes del desierto. Comenzaron a aparecer los objetos de cobre, además de los de piedra. En Canaán fueron encontrados pocos documentos escritos, al contrario de lo que ocurrió en Mesopotamia y Egipto, donde fueron abundantes.
Trabajo complementario:
Leer, reflexionar y estudiar Gn 11,1-9.31-32; 12,1-9.
Para la próxima reunión, traer un objeto personal que tenga un gran valor simbólico. Por ejemplo, un anillo, un recuerdo de alguien, etc.
viernes, 8 de agosto de 2008
DIOS HABLA EN LA BIBLIA Y EN LAS HISTORIAS QUE EL PUEBLO CUENTA
Los libros apócrifos: Desde el siglo II a.C. hasta el siglo V d. C han surgido también otros escritos de carácter religioso que no hacen parte de la Biblia: son los libros “apócrifos”. Esta palabra griega significa “oculto” o “escondido”. Se les dio este nombre porque algunos cristianos creían que ellos contenían enseñanzas ocultas sobre Jesús, que estaban reservados o las que tenían algún tipo de conocimiento en la religión. Estos escritos tienen alguna semejanza en su forma o en su contenido con los escritos que encontramos en la Biblia, pero que finalmente no fueron admitidos en el canon por su carácter esotérico.
Existen libros “apócrifos” en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. Entre los más importantes del Antiguo Testamento tenemos: el Apocalipsis de Moisés, 2 Esdras y 4 Macabeos, Henoc, Testamento de los Doce Patriarcas, Salmos de Salomón, Asunción de Moisés, etc.
En el Nuevo Testamento encontramos los “Evangelios apócrifos”, los cuales se pueden diferenciar con facilidad de los canónicos. Los primeros se limitan a desarrollar una sola etapa o aspecto de la vida de Jesús (la infancia de Jesús, sus enseñanzas, etc.) mientras que los canónicos van desde los comienzos del misterio de Jesús hasta su resurrección. La razón de esta diferencia radica en que los apócrifos pretendieron llenar vacíos dejados por los otros evangelios acerca de Jesús. Por su contenido se pueden clasificar en cuatro:
- Evangelios de la infancia: Narran el nacimiento de Jesús con un sentido eminentemente milagroso y también los milagros realizados por él durante su infancia. El más conocido hoy es el “Protoevangelio de Santiago”.
- Evangelios de dichos: contiene colecciones de dichos y enseñanzas de Jesús, que se conservaron y reelaboraron sobre todo en los círculos gnósticos, pero que aparecen sin un contexto narrativo. Los dos más conocidos son el “Evangelio de Tomás” y el “Apócrifo de Santiago”.
- Evangelios de la pasión y resurrección: pretenden comprender los relatos de la muerte y resurrección de Jesús. El que más se conoce es el “Evangelio de Pedro”.
- Diálogos del resucitado: es un tipo de escrito muy usado por los gnósticos. Se recogen enseñanzas - de tipo esotérico- del resucitado y de algunos de los discípulos. El más conocido es el “Evangelio de María”.
La Biblia entre nosotros: la Biblia necesitó más de mil años para ser escrita. Comenzó hacia 1250 a.C. y terminó alrededor del año 115 d.C. Desde esa última fecha hasta hoy, han pasado casi dos mil años. Además de la gran distancia en el tiempo, las lenguas bíblicas hoy no son conocidas entre nosotros, por eso era necesario que alguien tradujera la Biblia a las nuevas lenguas habladas. Hagamos un pequeño recorrido hasta nuestros días.
-Traducciones griegas: la traducción de la Biblia hebrea al griego tuvo lugar porque, con el pasar de los años, los descendientes de los judíos ya no hablaban ni leían le hebreo, y sí el griego. Nación así la Septuaginta o Biblia de los LXX. También surge la Héxapla (del griego, seis columnas) organizada por Orígenes. En la primera columna puso el texto hebreo; en la segunda, la trascripción del texto hebreo en letras griegas; en la tercera, la traducción de Áquila; en la cuarta, la traducción de Símaco; en la quinta, la de los Setenta, corregida por Orígenes; y en la sexta, la traducción de Teodocio. Era una colección de 50 volúmenes.
- Traducciones al Latín: la primera traducción del griego al latín es la “Vetus (antigua) Latina. Posteriormente en la época de Constantino, surgió la necesidad de traducir la Biblia al latín, fue así como nació la “Vulgata”, que significa “popular”. Fue hecha por Jerónimo.
- Traducciones a las lenguas modernas: a partir de 1500 d.C. el latín dejó de ser una lengua hablada y por lo tanto ya no era posible ofrecer la Biblia en una única lengua. Poco a poco la Biblia fue siendo traducida a diversos idiomas: alemán, inglés, francés, español, portugués y otros. Esa iniciativa de traducir la Biblia en lenguas modernas se debe sobre todo a Lutero, Calvino y los anglicanos.
Entre los protestantes españoles figura Casiodo de Reina, quien realizó una versión completa de la Biblia (1569), de gran valor literario, que fue copiada casi al pie de la letra por Cipriano de Valera (1602), esa versión es conocida hoy como la Reina Valera.
En fin, son muchas las versiones y traducción que hoy encontramos. Sin embargo hay que aclarar que solo hasta 1967, José Ángel Urbieta y un grupo de especialistas, hicieron la versión más recomendable, porque fue traducida de la versión directa de los originales hebreo y griego, por sus notas y crítica textual, la famosa Biblia de Jerusalén. Esta versión ha tenido a la vez varias versiones.
También la Biblia de América, novedosa en su traducción, es notable sobre todo por las introducciones y notas orientadas pastoral y espiritualmente. Otras versiones menos difundidas son: la Santa Biblia de las paulinas, la Sagrada Biblia de los padres claretianos y la Biblia del Peregirno (1994) que se hizo bajo la dirección de Luís Alfonso Schökel y Juan Mateos.
El texto bíblico y sus dificultades: las últimas redacciones originales de los textos bíblicos fueron hechas hace casi dos mil años. Esos testos fueron escritos en materiales perecederos, en lenguas antiguas y en lugares diferentes, en situaciones de dominación casi constante, exilios y guerras frecuentes. En esas condiciones, era imposible que llegasen hasta nosotros esos textos originales. Así, la Biblia que tenemos hoy está formada por copias de copias de esos textos.
Las copias fueron hechas por personas que sabían leer y escribir las lenguas de origen. Esas personas eran llamadas copistas o amanuenses. Muchas de ellas hacían eso como profesión. Amanuense significa aquel que “copia a mano”. Las copias que ellos hacían se le llaman manuscritos (escritos a mano).
Se presentaban muchos errores de una copia a otra, por varios motivos. El copista a veces, no miraba bien lo que estaba copiando, o no oía bien cuando alguien le dictaba, o entendía una cosa en lugar de otra, o tenía mucha prisa, o no tenía buena memoria. Por eso existen copias de libros de la Biblia en que faltan palabras, o hay palabras de más, o también hay palabras invertidas… A veces los copistas no entendían una abreviación o una palabra y cometían errores sin querer. Las diferencias entre los errores son llamadas “lecturas” o “variantes”. Esto hizo que surgiera la “Crítica textual”.
Crítica textual de la Biblia: es el arte de descubrir y corregir los errores de un texto trasmitido. Aplicada a la Biblia, trata de extraer de los diversos manuscritos disponibles actualmente el texto que, por deducciones, se acerque lo más posible al original. ¿Cómo hacer para descubrir cuál es el texto más original, cuando éste ya no existe?
Estos estudiosos siguen algunas reglas para aproximarse al texto más original: primero, escogen la variante (o lectura) que ayuda a entender y explicar otras variantes. Segundo, escogen la variante más difícil y la más corta, y no la más fácil y la más larga, porque ésta sería la redacción de alguien que ya habría intentado explicarla. Tercero, escogen la que es diferente de los otros textos paralelos.
La formación de la Biblia hebrea: las copias de los textos originales, o manuscritos de la Biblia hebrea llevan el nombre de las ciudades donde se encuentran o fueron hallados. Así tenemos los siguientes manuscritos: Manuscrito de Leningrado, del año 1008 d.C. Manuscrito de Alepo, del siglo X d.C. manuscrito de Cairota, del año 885 d.C. y un códice del año 847 d.C.
Formación del Nuevo Testamento: No existe ningún texto original. Los manuscritos eran hechas a dos tamaños de letras: mayúsculas y minúsculas. Los manuscritos de letras mayúsculas llevan el nombre de la ciudad donde se encuentran actualmente. Los manuscritos más importantes que sirvieron de base para la formación del Nuevo Testamento son: Manuscrito del Vaticano (B), Sinaítico (S), Rescripto de San Efrén y alejandrino.
Los manuscritos de letras minúsculas, los papiros y los leccionarios son clasificados por números y no por nombres o letras. El manuscrito más importante de éstos es el número 461. Trae los cuatro evangelios. El papiro más antiguo es el 52 (P52). Trae algunos versículos del evangelio de Juan. El leccionario (1) más antiguo es el número 1596.
La manera de contar el tiempo: cada pueblo cuenta el tiempo a su manera. Unos cuentan los años a partir del movimiento del sol, otros, de la luna, y otros del sol y la luna. Muchos pueblos antiguos y modernos tienen un calendario religioso y uno civil.
¿Cómo entender cuando la Biblia dice que algunas personas vivieron más de 200 años y que Matusalén llegó hasta 969 años? (Gn 5, 27). Mucha gente piensa que la manera de contar los años era muy diferente de la nuestra. ¡No lo era! El calendario egipcio, hace 4 mil años a.C. ya conocía el año de 365 días, 12 meses de 30 días más cinco suplementarios. Muy parecido con este era el calendario de Babilonia. El pueblo de la Biblia seguía esos calendarios.
La Biblia atribuye un gran número de años a uno de sus personajes para indicar la calidad de vida de los años, y no su cantidad. El autor de la Biblia no estaba preocupado por decir con cuantos años murió Matusalén, sino por decir que la vida de él fue bien vivida, lo que quiere decir que los años tienen un valor simbólico y no real.
Trabajo en casa:
1. Leer Mt 28, 16-20; Hch 2, 1-8 y contestar
¿Por qué la Biblia es traducida a tantas lenguas?
2. Escriba las dudas que le han surgido hasta ahora en el estudio de la Biblia.
sábado, 2 de agosto de 2008
ARQUEOLOGÍA E INSPIRACIÓN DIVINA:
1. Arqueología, ciencia que revela la vida:
La arqueología (del griego archaios, ‘viejo’ o ‘antiguo’, y logos, ‘ciencia’) es una ciencia que se dedica a la búsqueda e interpretación de monumentos, objetos y fragmentos antiguos. Los historiadores se sirven de las investigaciones de los arqueólogos para reconstruir la historia de las antiguas civilizaciones. En campo bíblico existe una arqueología especializada que se denomina: “arqueología bíblica”. Gracias a los hallazgos de la arqueología bíblica podemos comprender mejor el modo de vida de los tiempos y de las gentes en medio de las cuales se escribieron las escrituras. Son muchas las excavaciones que se han realizado en Palestina desde el siglo XIX. Presentaremos sólo 4 de ellas:
Piscina de la Puerta de las Ovejas: En 1958 los arqueólogos descubrieron, en Jerusalén, restos de la Piscina de Betesda, “casa de la misericordia (Jn 5,2).
Litóstrotos (pavimento de piedra): Aquí Jesús fue condenado por Pilatos (Jn 19,13). Fue descubierto en excavaciones de (1931-1932).
Sinagoga de Cafarnaum: En Galilea, al norte del País fue descubierta en 1905 restos de una sinagoga del siglo IV d. C.; debajo de su piso se encontraron ruinas que corresponden al S. I d.C. Al lado se encontraron restos de una iglesia bizantina (imperio romano de oriente) que se ha identificado con la casa de Pedro.
Qumram: Cerca al Mar Muerto en una región montañosa desértica, después del hallazgo casual de un pastor (1947) que encontró en una cueva unas jarras de cerámica que contenían rollos de pergaminos, comienzan las exploraciones de la región. Allí se han encontrado numerosos escritos bíblicos y escritos propios de una especie de monjes que habitaban el lugar, cuyas edificaciones han sido identificadas también.
Fuera de Palestina, hay que mencionar también los hallazgos en tierra de Egipto y Mesopotamia, que nos han legado escritos antiguos bien de la misma Biblia o de este mundo antiguo en el que se escribieron los escritos sagrados.
2. Inspiración divina: Dios y las personas escriben la Biblia
La inspiración consiste en un influjo especial sobre las facultades del hagiógrafo (escritor sagrado) para que ponga por escrito todo y sólo aquello que Dios quiere; sin embargo Dios no priva al hagiógrafo de sus facultades, de modo que la obra que resulta es enteramente de Dios y enteramente del hombre. Como obra de Dios contiene la verdad y sólo la verdad, y como obra de hombre contiene algunos puntos inexactos respecto por ejemplo a datos históricos, científicos…
Otro punto de tener en cuenta para este apartado es la distinción entre Inspiración y Revelación, creo que más adelante se tocará el asunto. En la Biblia todo es inspirado pero no todo es revelado.
3. El Canon Bíblico:
El término griego ka,nwn “Kanôn” se deriva del sumerio a través del babilonio (qanū = “caña”). El significado original era “caña”. La palabra pasó gradualmente a significar vara larga o el listón utilizado por los albañiles y carpinteros para tomar medidas. También adquirió este término un significado metafórico y se aplicó a la norma, regla o patrón que sirve para determinar, regular o medir otras entidades. En el griego extrabíblico se encuentran también ejemplos de este uso. El canon bíblico es pues la lista de libros considerados por los creyentes como norma, patrón, o canon de la fe y las costumbres.
La historia del canon de la Biblia es larga, pero antes del siglo XVI no existía una declaración oficial por autoridad alguna para definir el canon; circulaban listas más o menos parecidas. La Iglesia definió el canon de la Biblia tal como lo conocemos hoy porque ella se vio reflejada en estos libros: ellos son su origen, su sustento y su porvenir. En lo que tiene que ver con el Antiguo Testamento circulaban entre los judíos dos cánones: uno breve, llamado Palestinense; y otro largo, llamado Alejandrino. El primero contenido en la llamada Biblia Hebrea tenía sólo 39 libros, y el segundo contenido en la Biblia Griega (LXX) tenía los 39 de la Hebrea más los siete que hoy denominamos deuterocanónicos y otros más.
Libro canónico es el que ha sido reconocido como perteneciente a la lista de los que la Iglesia considera inspirados y que contienen la norma de fe y moral. Algunos libros obtuvieron este reconocimiento en fecha muy temprana; otros tardaron más en ser aceptados, pues se planteaban muchas dudas acerca de si eran o no inspirados. Los primeros eran designados en la antigüedad con el nombre de “homologoumena” (es decir: unánimemente reconocidos, o, sobre los que hay acuerdo); los segundos, con el de “antilegomena” (discutidos) o “amphiballomena” (dudosos).
Con el correr del tiempo se daría a ambas clases de libros los nombres de protocanónicos y deuterocanónicos. Esta terminología, al parecer, fue introducida por Sixto de Siena (1520-1569). Los protocanónicos eran los admitidos en el canon sin que mediara ninguna o muy escasa discusión al respecto. Deuterocanónicos eran aquellos que antes de ser definitivamente admitidos en el Canon fueron objeto de discusión mientras no se resolvían las dudas surgidas acerca de su canonicidad. Nótese, sin embargo, que estos términos no implican dos distintas canonizaciones, es decir, uno original en que se recibieron los protocanónicos y otro posterior en que se admitieron los deuterocanónicos. La distinción pues, de los libros Sagrados en protocanónicos y deuterocanónicos no intenta introducir varios grados en la dignidad y la autoridad de los Libros Sagrados, sino que indica el tiempo de su aceptación oficial en el Canon; es decir, que estos dos términos no significan de ninguna manera “inspirados de primer grado” e “inspirados de segundo grado”; designan por el contrario, escritos igualmente inspirados, pero aceptados en el Canon en tiempos diferentes.
Los protestantes dan a los libros deuterocanónicos del A.T. que no consideran como inspirados y canónicos, el apelativo “apócrifo”, que nosotros damos a los libros que, teniendo ciertas semejanzas con los libros sagrados, pero que nunca fueron recibidos en el “Canon”. Y llaman “seudoepígrafos” a los libros que nosotros designamos con el término de apócrifos. Por lo que se refiere a los deuterocanónicos del N.T., coincidimos católicos y protestantes en su designación.
Los escritos deuterocanónicos son: para el A.T. siete libros, de los cuales cuatro históricos (Tobías, Judith, 1º y 2º Macabeos) uno profético (Baruc, con la carta de Jeremías) y dos Sapienciales (Eclesiástico y Sabiduría); y tres secciones de libros protocanónicos: Est 10,4—16,24; Dan 3,24-90; Dan 13—14.
Para el N.T.: siete libros. Seis epístolas (Heb. Sant. 2Pe. 2 y 3 Jn. y Judas) y el Apocalipsis.
Para profundizar:
Mirar la lista de los libros como están en la Biblia para distinguir los grandes grupos dentro del Antiguo y del Nuevo Testamento y aprender las abreviaturas.